Revista: | Arqueología mexicana |
Base de datos: | CLASE |
Número de sistema: | 000306968 |
ISSN: | 0188-8218 |
Año: | 2009 |
Periodo: | Dic |
Número: | 33 |
Paginación: | 82-85 |
País: | México |
Idioma: | Español |
Tipo de documento: | Artículo |
Enfoque: | Descriptivo |
Resumen en español | El esplendor de México-Tenochtitlan, y el del resto de las poblaciones de la cuenca, llegó a su final con la toma de la ciudad por Hernán Cortés en agosto de 1521. A partir de entonces, junto con las profundas transformaciones en los ámbitos político, social y económico, se darían cambios fundamentales en la estructura territorial. La reconstrucción de la ciudad dio inicio a principios de 1522, a partir de una traza establecida por Alonso García Bravo, que en alguna medida seguía la disposición de los canales y se orientaba de acuerdo con la dirección de dos de las principales calzadas: la de Tlacopan (hoy México-Tacuba) y la de Iztapalapa (hoy calzada de Tlalpan). Se distribuyeron los predios entre los conquistadores y se determinaron los espacios para los edificios públicos. Lo que había quedado del centro de la ciudad prehispánica fue prácticamente arrasado, y las piedras de los edificios fueron utilizadas para las construcciones virreinales. A pesar de esa intensa destrucción, bajo el subsuelo de la ciudad colonial permanecieron una buena cantidad de vestigios, que aparecían a lo largo de los siglos siguientes apenas alguien realizaba alguna excavación. Así se descubrieron dos de las esculturas más conocidas de la cultura mexica: la Piedra del Sol y la Coatlicue, en 1790, en la Plaza Mayor (hoy Zócalo). Desde entonces hasta ahora la antigua Tenochtitlan sigue arrojando testimonios de su antigua grandeza.. |
Disciplinas: | Antropología |
Palabras clave: | Arqueología, Conquista, Tenochtitlán, Vestigios arqueológicos, Arquitectura, Mapas, Epoca colonial, Ciudad de México |
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