¿Es la dinámica de Leibniz compatible con su monadología?



Título del documento: ¿Es la dinámica de Leibniz compatible con su monadología?
Revista: Estudios - Instituto Tecnológico Autónomo de México
Base de datos: CLASE
Número de sistema: 000528097
ISSN: 0185-6383
Autores: 1
Instituciones: 1Princeton University, Department of Philosophy, Princeton, New Jersey. Estados Unidos de América
Año:
Volumen: 19
Número: 139
Paginación: 73-93
País: México
Idioma: Español
Tipo de documento: Artículo
Enfoque: Analítico
Resumen en español La dinámica de Leibniz, como programa de una ciencia de la fuerza, incluía en sus inicios una metafísica de los cuerpos. Cuando vio la luz a finales de la década de 1670, Leibniz sostuvo que su ciencia de la fuerza requería la rehabilitación de las formas sustanciales. Pero al mismo tiempo, el interés de Leibniz por las unidades verdaderas en tanto que constituyentes últimas del mundo lo condujo a postular un mundo de sustancias corpóreas, entidades individualizadas en virtud de una forma sustancial. A principios de la década de 1680, parecía haber dos caminos convergentes hacia la misma metafísica, la rehabilitación de la forma sustancial. Con los años, estos dos caminos metafísicos evolucionaron. A mediados de la década de 1690, la metafísica dinámica añadió la materia prima, entendida como forma pasiva, a la forma sustancial, entendida como fuerza activa. Al mismo tiempo, las unidades que fundan el mundo evolucionaron de sustancias corpóreas a mónadas, sustancias inextensas, similares a la mente (esprit) y constituyentes últimos de las cosas. Argumento que cuando esto ocurrió, ya no estaba claro que estas dos representaciones metafísicas siguieran siendo coherentes: la metafísica dinámica, basada en la fuerza, y la metafísica de la unidad, ahora entendida en términos de mónadas, parecían cada vez más incompatibles
Resumen en inglés From the beginning of Leibniz’s dynamics, his program for a science of force, there was a metaphysics of body. When the program first emerged in the late 1670s, Leibniz argued that his science of force entailed the reestablishment of substantial form. But in the same period, Leibniz’s interest in genuine unities as the ultimate constituents of the world led him to posit a world of corporeal substances, bodies made one by virtue of a substantial form. In this way by the early 1680s, there seemed to be two convergent paths to a single metaphysics: the revival of substantial form. Over the years, both of these metaphysics evolved. By the mid 1690s, to substantial form, understood as active force, the dynamical metaphysics added materia prima, understood as passive force. Meanwhile unities that ground the world evolved from corporeal substances to monads, now considered non-extended, mindlike, and the ultimate constituents of things. When this happened, I argue, it was no longer obvious that these two metaphysical pictures were still consistent with one another: the dynamical metaphysics, grounded in force, and the metaphysics of unity, now understood in terms of monads, seemed increasingly to be in tension with one another
Disciplinas: Filosofía
Palabras clave: Metafísica,
Leibniz, Gottfried Wilhelm,
Forma substancial,
Unidad,
Fuerza,
Materia prima
Texto completo: http://estudios.itam.mx/sites/default/files/estudiositammx/files/139/000302705.pdf